El transporte de ganado, es una de las actividades de carga de mayor regulación. Por tratarse de animales vivos, los transportistas deben cumplir con normativas muy rigurosas. De esta forma tanto el camión como el conductor deben ser aptos para realizar esta actividad.
Indudablemente el mercado requiere de productos inocuos y de calidad. En el caso del mercado de la carne la calidad de un producto va más allá de la calidad organoléptica o nutricional. Es así como el bienestar de los animales influye definitivamente en la calidad de los alimentos cárnicos.
Esto significa que la cadena de comercialización de la carne, debe satisfacer los requerimientos del consumidor final. Esta cadena se inicia con la logística desde el punto de origen al punto de consumo. En esta cadena, el sistema de transporte es clave, por cuanto debe garantizar el bienestar del animal.
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Los camiones ganaderos
Aspectos en el manejo de los animales transportados que van desde el diseño del vehículo, las condiciones climáticas, la duración del viaje, el ayuno de los animales. Todas estas condiciones convierten al transporte como un procedimiento estresante, dentro de la cadena. Al punto que afecta el bienestar de los animales, incidiendo en la calidad de la carne.
La importancia del transporte va más allá del bienestar animal. Este influye de manera significativa en la inocuidad de la carne. Es por ello que la logística del transporte involucra el manejo de la trayectoria de un animal desde la granja hasta la planta de sacrificio. En definitiva, el transporte de animales vivos es en definitiva un medio estratégico.
Esta condición obliga al diseño especial de los camiones de ganado. El tamaño del camión a utilizar en un viaje dependerá del tipo de ganado, de las regiones geográficas donde operará, y de la duración de los trayectos.
De manera general, los camiones ganaderos se adaptan a cuatro tipos de vehículos: Pequeño (< 3 ton), simple (4 × 13 m), Con semirremolque (4 × 18 m: un remolque), y camión con acoplado (4 × 20 m: dos remolques. En Europa, los camiones mayormente usados son los camiones simples y los camiones con semirremolque.
Además del tamaño, los camiones ganaderos deben reunir ciertas características. Los pisos deben ser antideslizantes para reducir el riesgo de caídas, pudiendo ser de metal o madera. Las paredes vehículo deben tener orificios de comunicación con el exterior. Deben disponer de compartimientos internos para equilibrar la carga.
Además, estas divisiones internas deben terminar en bordes romos, recubiertas con acolchados plásticos para evitar lesiones y hematomas. El interior del camión, debe ser ventilado, para minimizar los efectos del microclima, que produce el animal. Esta ventilación puede ser pasiva, mediante orificios o activa, mediante ventiladores.
Otros aspectos importantes, son; la suspensión del vehículo. Esta debe ser suave y evitar las vibraciones excesivas. Buenas condiciones de los neumáticos. Dispositivos de regulación de velocidad. Disposición de geo localizadores. Rampas hidráulicas o mecánicas para subir y bajar los animales. Facilidad de limpieza
El transporte de ganado vivo
La influencia del transporte de animales vivos, en el producto final que llega al consumidor, es inobjetable. Un transporte inadecuado sin lugar a dudas se refleja en la pérdida de la calidad de la carne, una vez que el animal ha sido sacrificado. Por esta razón desde 1977 la Unión Europea ha normado la protección de los animales durante su transporte.
Sin embargo, en España durante mucho tiempo cada comunidad autónoma dio una interpretación a esta normativa. Esto provoco que cada CA, impusiera al transportista, una documentación diferente. Es así como en el año 2002 nace la Asociación Nacional de Transportistas de Animales (ANTA).
En ella se aglutinan la mayoría de los transportistas de animales vivos españoles. ANTA, ejerce la representación de los transportistas ante el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación y el Ministerio de Fomento.
Ante las dificultades para compaginar la legislación compleja con el bienestar animal. Ambas chocan continuamente en aspectos de carga y descarga, tiempos de conducción y descanso o en las masas máximas autorizadas para cada camión. ANTA presento ante algunas sugerencias.
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Unificar normas de sanidad y protección animal durante el transporte
En este sentido, el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, emitió el 25 de noviembre en 2016 el Real Decreto 542/2016. Este decreto pretendió unificar las normas de sanidad y protección animal durante el transporte. De esta forma actualizó en un solo texto las disposiciones normativas que afectan al transporte de animales vivos en materia de bienestar y sanidad animal.
Sin embargo, este Real Decreto, suma nuevas obligaciones a los transportistas, entre las que destaca la de “asegurarse de que los animales transportados sean aptos para el transporte”.
ANTA también ha pedido que se avance en la informatización de la gestión de la documentación, para reducir al mínimo imprescindible el número de papeles que se deban llevar en la cabina del vehículo.
Actualmente es el Reglamento (CE) N o 1/2005 del Consejo del 22/12/2004 regula lo relativo a la protección de los animales durante el transporte. Este reglamento incluye la obligatoriedad del Cuaderno de a Bordo (CAB). Este cuaderno es sencillamente una hoja de ruta que debe llevar el transportista en los viajes largos internacionales.
El Cuaderno de a Bordo es una herramienta básica para asegurar que los viajes largos se planifican teniendo en cuenta las necesidades de los animales. Mediante el CAB, los servicios veterinarios oficiales puedan controlar que el viaje se ha desarrollado conforme a la planificación.
En definitiva y en los casos en que es obligatorio, el transporte de animales vivos, no puede llevarse a cabo sin un CAB. Este debe ser debidamente autorizado por la autoridad competente. El organizador del viaje es responsable de que la autoridad competente, reciba al menos dos días hábiles antes del inicio del viaje una copia firmada del CAB
El organizador del viaje es el responsable del CAB, quien debe cumplimentar la Sección 1 del CAB (Planificación). Debe por lo tanto el organizador, planificar el viaje en función al bienestar de los animales. Lógicamente esto incluye prever una duración real del viaje y establecer los adecuados tiempos de descanso, alimentación y abrevado de los animales.
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